Y llegó el corte de pelo

     Llegando  Enero de 2013 decidimos hacer cortar el pelo a Mía y a Pancho. El motivo fundamental es preservarlos de los grandes calores que agobian en esa época del año, pero además, ambos tenían numerosos brujones y enredones en el pelo tan largo.
     El peluquero dijo que sería posible desenredarlo, pero que sería un trabajo de horas que produciría mucho stress a los perritos, así que les cortó con máquina.

     Mía no ocasionó ningún problema, ni se puso nerviosa en ningún momento, tal vez porque no era su primera vez, pero el pobre Pancho se puso muy nervioso y no se quería dejar cortar. Inclusive después del corte, Pancho no se sintió bien, y pasó durante 3 días escondido debajo de una mesa, y en lugares aislados y oscuros, de donde solamente salía unos momentos para comer algo, o tomar un poco de agua.
     En casa fue motivo de varias conversaciones la actitud tomada por Pancho. Yo opino que lo que le pasó fue que se asustó mucho, principalmente debido al sonido de la máquina, ya que muchas veces hemos detectado que  desde que es pequeñito, cuando sonaba una licuadora, o una aspiradora, corría asustado a esconderse. De ahí que seguramente el sonido del motorcito y la vibración sobre su cuerpo lo asustaron bastante. El otro asunto es que como se movía mucho tratando de escapar de la máquina, ésta le produjo un par de pellizcones, uno de los cuales en una orejita, donde a los días le salió un cascarón.

     La otra corriente de opinión que había en casa charlando del cambio de actitud del perrito, mostrándose huidizo, tímido, con la cola entre las patas, se debía a que al no tener pelo, se sentía avergonzado y por eso pasaba todo el día escondido. Debo decir que no soy un experto ni mucho menos, pero me cuesta muchísimo creer que un perro pueda tener ese tipo de conciencia y sentido de la estética, pero ta......
    Pasados dos o tres días, Pancho fue retornando a su conducta habitual: revoltoso, desobediente, juguetón, y siendo en todo el centro de atención de la familia.....